Meditación en casa, cómo practicar?

Para muchos la palabra "meditación" podría evocar la imagen de alguien sentado con las piernas cruzadas cantando "OM", pero en realidad existen muchas formas diferentes de practicar meditación, por ejemplo:
• meditación con movimiento: una clase de yoga, un paseo por la naturaleza, ...
• meditación de gratitud: donde nos tomamos un tiempo en nuestro día para apreciar las cosas por las que nos sentimos agradecidos.
El acto de meditación en sí funciona al calmar la mente al enfocarse en un sonido, imagen o incluso un sentimiento.
La meditación de gratitud es la práctica de reflexionar sobre todas las cosas que estamos agradecidos, se trata de experimentar ese sentimiento de gratitud, ya sea por un amigo, un precioso día soleado o tu taza de café por la mañana.
Las investigaciones han demostrado que el sentimiento de gratitud está fuertemente asociado con una sensación de felicidad y bienestar, y que agradecer puede hacernos sentir más optimistas.
Una forma de tomar nota regularmente de las cosas que apreciamos es llevar un diario de agradecimiento (en papel o incluso en las notas de tu móvil), donde puedes anotar las cosas y experiencias por las que te sientes agradecido todos los días.
Empieza escribiendo todos los días, por ejemplo antes de acostarte, 3 cosas que tienes en tu vida o cosas que te han sucedido por las que estás agradecido en el día de hoy :)
Se demuestra que practicar la meditación diaria de gratitud y llevar un diario ayuda a reducir los niveles de estrés, aumentar los niveles de felicidad y positivismo.
¿Por qué no practicar nuestro ejercicio de meditación 3 minutos al día? Lo puedes hacer antes de escribir tus agradecimientos!
Ponte cómodo, túmbate en cama o siéntate en tu sillón. Apaga tu teléfono y aléjate de cualquier distracción mientras dedicas estos 3 minutos a ti mismo.
Concéntrate en tu respiración, respira profundamente y de manera uniforme hasta que comiences a sentirte relajado y concentrado.
Respira suavemente, inhala y exhala sintiendo como el aire entra por las fosas nasales, inunda tus pulmones y finalmente, el aire cálido abandona tu cuerpo.
Si tu mente “se va” y empieza a pensar en otras cosas, no te preocupes, es normal, cuando seas consiente, trae la mente de nuevo a tu respiración e intenta concentrarte de nuevo en ella.
En este estado seguro y relajado, comienza a reflexionar sobre las cosas de tu vida por las que te sientes agradecido, como un ser querido, un cumplido que has recibido o una deliciosa comida que has cocinado.
Visualízate diciendo "gracias" a cada una de las cosas, personas o experiencias por las que estás agradecido. Cuando estés listo, abre los ojos, escríbelo y lleva contigo el sentimiento de gratitud durante el resto del día.
